lunes, 22 de agosto de 2016

Razones para seguir

Desde que nació mi hija tuvimos con mi pareja reiteradas crisis y peleas cercanas a la ruptura. Me pregunté muchas veces cómo sería si viviera sola con mi hija y siempre imagine que sería muy complicado.
Hace unos días, cansada de discutir y de no entendernos con mi pareja, puse en duda esa idea. Además de no tener que seguir lidiando por las miserias cotidianas de la convivencia tampoco tendríamos que ponernos de acuerdo en lo diario de la crianza.
Claro que no me gusta la idea de privar a mi hija de crecer todos los días junto a su papá. Pero yo crecí al ritmo de las peleas de mis padres y ese fantasma me hace replantearme todo el tiempo hasta dónde vale la pena seguir juntos. Soy hija de la última generación de padres que pensaban que no debían separarse por los hijos.
Llegado a este punto, lo único que puede mantenernos unidos a mi pareja y a mi es el amor. Pero cómo hará el amor para lidiar con nosotros o cómo haremos nosotros para lidiar con el amor.



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