domingo, 26 de junio de 2016

"La sensata Sra. de López"


Los publicistas siempre están dispuestos a decirnos cómo debemos ser buenas madres. Esta foto es de una publicidad de noviembre 1949 de la revista Selecciones. Viéndola a la distancia del tiempo nos causa risa y parece demasiado obvia. Pero debemos pensar que era otra sociedad, la comunicación publicitaria se establecía de otra forma. Quizá la crítica a los mensajes publicitarios hizo que éstos debieran estar más escondidos.
Para que los padres presten atención y crear la necesidad de consumir cierto producto, en los medios de comunicación instalan un problema que ellos solucionarían. Multiplicando el problema por todos los productos para bebés y niños que quieren vendernos, productos que en muchos casos se contraponen, que compiten, el resultado es un caos. Creo que debe ser el momento histórico en que los padres nos sentimos más desconcertados respecto la crianza de nuestros hijos.
Pero además quiero llamar la atención sobre cómo los profesionales pediatras, psicólogos, fonoaudiólogos, etc, etc, colaboran, más o menos ingenuamente, en reforzar este caos. Pareciera que todos tienen algo que decir sobre cómo se deben criar a los niños, por todos lados hay métodos que seguir al pié de la letra, hay listas sobre lo que nunca tenemos que hacer... Una de las últimas notas que leí hablaba de cómo jugar con nuestro hijo ¿Dónde queda el juego si hace falta seguir instructivos dictados desde una revista? ¿Acaso necesitamos que nos digan cómo jugar, qué decir, cuánto tiempo, dónde? Parece mentira pero hay quienes creen que saben todas éstas cosas más que los propios padres. Poco lugar queda a la singularidad de la familia. 
Esta es una de las causas por las que escribo este blog, para poner una mirada crítica sobre la información que circula en los medios de comunicación y que repetimos sin saber muy bien porqué.



viernes, 24 de junio de 2016

Sobre el juego y lo didáctico

Estamos acostumbrados a escuchar publicidades de juguetes didácticos, pareciera que el ideal de juguete es aquel que permite jugar y aprender. Los publicistas saben que queremos que nuestros hijos se diviertan, aprendan y crezcan sanos.
Los juguetes y juegos didácticos empezaron a plantearse en el ámbito educativo. Porque se entendió que un ámbito lúdico es mejor cuantitativa y cualitativamente para el aprendizaje. Los docentes comenzaron a diseñar juegos y espacios lúdicos para enseñar determinados contenidos o habilidades.
En algún momento se instaló la “necesidad” de que los juegos y juguetes en el hogar también fueran didácticos. En ese sentido los padres al jugar con los niños asumen un rol pedagógico intentando instruir a partir del juego. La satisfacción llega cuando el niño puede repetir determinados números, o colores, etc.

El niño desde que nace aprende. Se esfuerza terriblemente por mirar, por tocar, por sostener. Cuando comienza a gatear lo hace para poder acercarse a los lugares u objetos más lejanos, justamente para conocerlos e investigarlos. Un dicho típico de los adultos a un niño que investiga es “con eso no se juega”. Espontáneamente asociamos esas incursiones con el juego. Así toca la comida del perro, los cacharros de la cocina, prueba la suela de los zapatos y hace cosas que nunca se nos hubieran ocurrido. La predisposición del niño, la concentración que suele manifestar, el placer, etc, nos hacen verlo como una actividad lúdica.
Los objetos a los que se aproxima, con los que juega y aprende ¿son “juguetes didácticos”? No, son las cosas que tenemos en casa y utilizamos diariamente, que tienen muchísimas texturas, formas, colores, olores, gustos. Según el momento físico y psíquico en el que se encuentre se interesará más por un objeto que otro o por realizar alguna acción específica. Los “juguetes didácticos” suelen presentar menos posibilidades. Por ejemplo, un libro con texturas muestra unas 6 o 7, que ademas suelen ser imitaciones de las texturas que dice representar.
¿No será mejor acomodar la casa para que pueda investigar sin peligro, acompañarlo en su búsqueda, llevarlo a pasear a lugares nuevos para que vaya adquiriendo conocimientos y experiencias del mundo que lo rodea?
De todas formas esta bien que el niño tenga juguetes “comunes” y “didácticos”. Un juguete es “bueno” en la medida en que sirve al juego del niño. Según el momento en que el niño se encuentre, los juguetes le pueden interesar o no, le ayudan en su jugar o no. Por esto el juguete debe elegirlo el niño, claro que podemos regalarle juguetes, pero será él el que decida si le interesa el juguete o el papel brillante que lo envolvía. Será el niño quien decida si prefiere un muñeco roto, si le gusta más el rosa o el celeste, la muñeca o el autito. Nuestro rol es presentarle las posibilidades y apoyarlo en su elección. Que él pueda elegir y decidir es más importante que cualquier aprendizaje motor o sensorial.
Lo que me interesa señalar es que si destacamos uno de los potenciales del juego, el de productor de determinados aprendizajes, estamos negando, en cierta manera, las demás posibilidades del mismo.
Jugar implica conocer, aprender, investigar, sentir placer, crear, fantasear y mucho más. Pretender que un niño además de jugar debe aprender es subestimar el juego.
Resumiendo, me parece que es importante permitirle al niño disfrutar del juego que el mismo desarrolla, y cuando jugamos con él compartir una experiencia de placer, sin poner por delante cuánto y qué aprende. Porque, quedémonos tranquilos, si el niño juega apasionado esta sacando al juego el máximo provecho.


lunes, 13 de junio de 2016

"Mamá, te amo, están disparando en el boliche"

Eso le dijo por teléfono a su madre una de las personas que estaban en el boliche en el que masacraron a cincuenta jóvenes un sábado por la noche. Cómo no ponerse del lado de esa madre, cómo no ponerse del lado de ese hijo, cómo no ponerse del lado del amor.
Dicen que el boliche era gay y yo no entiendo cómo puede alguien tener el impulso de asesinar a personas por el hecho de elegir amar a alguien del mismo sexo. Lamentablemente es frecuente ver noticias de jóvenes homosexuales agredidos por patotas en Argentina.
Los Estados y religiones de todo el mundo promueven o apañan la homofobia. Me parece necesario replantearse cómo dejar de reproducirla desde nuestro lugar.
En este sentido quiero hacer una acotación en relación a la educación de los chicos.
Muchas veces escuche decir que los homosexuales deberían actuar como pareja solo en “privado”, argumentando que a los niños no les hace bien ver a una pareja del mismo sexo.
Pero cuál sería el problema de que los niños vean a una pareja gay de la mano o dándose un beso.
El problema lo tiene el adulto, que señala como algo diferente y perturbador el amor entre personas del mismo sexo.
En este mundo todavía hay muchas razones para indignarse, el amor nunca debe ser una de ellas.
Pongámonos del lado del amor.



miércoles, 8 de junio de 2016

¿Madres perfectas? ¿Según quién?

Quiero comentar un video que vi recientemente, se llama “La mamá perfecta” y es de Caracol televisión, un canal colombiano. El video me lo paso una mujer que respeto como persona y como mamá, con la que charlamos sobre esto de la maternidad y coincidimos muchas veces. Me dijo sobre el video: “por si acaso una quisiera ser perfecta”. Lo miré con la mejor predisposición.

Resumo: el lugar es un estudio de televisión con un sillón dónde se sientan una mamá y un niño, en un sillón más pequeño el entrevistador. Los entrevistados van rotando, intentando mostrar la idea principal como algo generalizado. Se repite la siguiente situación:
El entrevistador le pregunta a la mamá si es una mamá perfecta, como es de esperar responde que perfecta no, y agrega porqué cree que no lo es.
El entrevistador hace pasar a la mamá a una especie de cabina/máquina de utilería.
Se sienta al lado del niño para entrar en confianza y le dice que su mamá no va a oír nada de lo que hablen. Primer mentira si nos ponemos detallistas.
Le preguntan: qué le cambiarías a tu mamá?
Los niños responden con su sinceridad de niños, sus sonrisas y su inocencia.
Las respuestas que nos muestran en la edición son:
que me lleven al parque pero nunca tienen tiempo conmigo”,
a veces esta muy ocupada”, pero por lo que dice el entrevistador las otras respuestas hacen referencia a acostarse un poco más tarde y a no comer espinaca.
El presentador le dice que si quiere que su mamá cambie deben tocar un control que está frente a ellos. Como un juego el niño toca los botones y palancas, sale humo de la cabina y se prende una luz de sirena. El presentador le dice a la mamá que salga y de allí sale una mujer diferente.
Si sale otra mujer. Aquí se revela que estamos ante un juego pérfido de los adultos.
La mujer se sienta al lado del niño y empieza a actuar como si fuera su mamá, el niño continúa pensando que puede ser un juego, solo e indefenso frente a estos extraños. Hasta que el entrevistador les dice que pueden irse, allí el niño se planta y pide a su verdadera mamá. Después de darle algunas vueltas le dice que toque la máquina de nuevo y finalmente sale la mamá. Como remate les hace decir a los niños que la mamá perfecta es la mamá que tienen.

El video tenía la última vez que lo vi 1.537.211 vistas y si lo buscan en google van a encontrarlo compartido por diferentes páginas y diarios. Un éxito de taquilla para internet.
Mi primer reacción de televidente fue llorar junto a los chicos porque me identifiqué con el dolor de pensar en perder a sus madres, también me imaginé a mi niña pensando que me perdió, instantáneamente sentí un repudio hacia toda esa puesta en escena y me pregunté si sería la única que lo veía así. En los comentarios al video muchos lo aprueban, ya que “así los niños aprenderían a valorar a la mamá que tienen”, muchas mamás escriben elogios diciendo que el video hizo emocionarlas. Pero también están los que sintieron rechazo, el video tiene 12.295 pulgares hacia arriba y 453 hacia abajo.
Si lo pensamos desde el lugar de la “lección” que reciben los niños, ésta podría expresarse como “si no querés perder a tu mamá no desees que cambie ni mejore”. ¿Es sano no poder decir lo que no nos gusta de la persona amada? ¿acaso no hablamos con nuestra pareja sobre lo que esperamos que cambie? ¿no le exigimos a nuestros hijos que hagan las cosas diferentes pensando que con eso también los ayudamos? Siendo además la relación madre – hijo una relación asimétrica por naturaleza, en la que el adulto tiene el poder, estaríamos exigiendo sometimiento absoluto a la autoridad.
Pero este video no está dirigido a darles una lección a los niños. Si alguien le muestra el programa a un niño, éste se da cuenta de la puesta en escena, en la pantalla se ve a la mamá escondida esperando dentro de la cabina, los únicos niños que pagaron el pato son los que vemos en la pantalla. La ficción concluye allí.
La lección apunta a las mamás con inseguridades, a las que nos preguntamos si estamos haciendo bien las cosas, a las que nos sentimos culpables por pasar poco tiempo con nuestros hijos, y por quien sabe cuántas cosas más. Si, está dirigido a nosotras. Nos dice que nos quedemos como estamos, que ya somos mamás perfectas. No se ustedes pero yo desconfío un poco.
Nosotras sabemos que no somos ni seremos perfectas, pero también sabemos que podemos e incluso queremos ser mejores mamás. El mensaje “tus hijos te quieren igual o te van a preferir” descomprime o alivia el malestar, de allí la emoción al escucharlo.
Creo que el punto fuerte de la cuestión es el siguiente: En el video los niños piden a sus madres que pasen más tiempo con ellos. Quien realizo el video selecciono estos pedidos, no otros. Podemos preguntarnos ¿porqué será que las madres pasan poco tiempo con los hijos? La mayor respuesta seguramente es que las madres tienen que trabajar 8 horas o más. No por elección sino porque un solo sueldo no alcanza para cubrir los gastos mínimos de una familia. En mi ciudad un alquiler modesto cuesta más de la mitad de un sueldo promedio, además del terrible ajuste que estamos sufriendo en todo el país: aumento de tarifas, inflación, despidos, etc.
Salvo excepciones, las mujeres que trabajan no pueden atender a sus hijos cuando están enfermos o cuando se sienten mal, se pierden actos escolares y muchas veces entregan la crianza de sus hijos a personas mal pagas y sin la preparación necesaria. La mayoría de las mujeres sabe que la leche materna debería ser exclusiva hasta los seis meses de edad y le gustaría poder dar la teta el tiempo necesario, pero la licencia por maternidad es por la mitad del tiempo, las guarderías en los lugares de trabajo son prácticamente inexistentes. Nosotras sabemos que realmente nuestros hijos necesitan que pasemos mas tiempo con ellos. Pero este programita de tv nos dice que las cosas son perfectas como son, que nuestros hijos deberían valorar lo que podemos darle y si no sugiere probar con hacerles sentir que pueden perdernos. Pretenden crear una especie de rivalidad madre e hijos, para que no nos demos cuenta de que nuestro rival es quien dispone autoritariamente de nuestro tiempo.
El actual estado de cosas solo es perfecto para una organización social capitalista a la que nada le importa los niños ni las madres, se rige solo por la ganancia.
Eso implica que mientras más trabajemos, mejor.

domingo, 5 de junio de 2016

Una horda de bolitas peludas


Cuando una mujer se embaraza la previenen de varias cosas, una de ellas es el cuidado que debe tener ante la horda de mujeres que se acercan a aconsejarla y recitarle sus experiencias.
Hace unos días unos amigos nos contaron que estaban esperando un bebé, además de emocionarme pensé todo lo que tenía para hablar con la futura mamá. Aguantándome las lágrimas en el colectivo, se me presentó la imagen de unas mamás como bolitas que se acercan contentas a la nueva para contenerla y apoyarla. Me vi como una bolita peluda, como un animalito que quiere proteger a una de su especie. Todas esas mamás medio locas y tarambanas, de las que formo parte, me dieron ternura.
Pero es un poco verdad la otra parte, la de las madres que meten la pata hasta el cuello y terminan asustando a la embarazada o le dan consejos de hace 500 años. Entonces mi primer conclusión fue que es hermoso el gesto de querer ayudar a la futura mamá pero debemos replantearnos cómo.
Aquí van algunas de mis premisas:
Lo primero que creo que tenemos que hacer es aguantarnos las ganas de dar consejos, tenemos varios meses por delante, tomémosnos el tiempo para felicitar, abrazar y preguntarle cómo se siente, qué necesita y escuchar.
En segundo lugar seguimos escuchando y a partir de ahí vemos qué podemos contarle de nuestra experiencia para que le ayude en la suya.
Todos pero todos los embarazos son diferentes, si nosotras pasamos por momentos difíciles no asustemos a la nueva embarazada, repito, NO ASUSTEMOS A LA EMBARAZADA. Si creemos importante darle algún dato para que pueda prevenir algún problema lo tenemos que hacer con mucho cuidado, siendo respetuosas y pensando mil veces si de verdad le va a servir lo que le digamos.
Aceptemos que cada pareja puede pensar y decidir a quién escuchar y sobre que argumentos tomar decisiones.

Y recordemos que a veces un poco de silencio, una comidita rica o compartir un momento para charlar de cualquier otra cosa pueden ser la mejor ayuda que una embarazada puede necesitar.