martes, 15 de noviembre de 2016

No más teta

Estamos en el medio del destete. Ayer fue la primera noche que mi niña se durmió sin la teta. Lloró, pataleo, hicimos un dibujo, vimos dibus, le leímos, cantamos, contamos, pusimos el disco de Damon Albarn que desde bebé la ayuda a dormir, pusimos esencia de melisa en el hornito. Dimos muchas vueltas hasta que finalmente se quedó sentada upa, con una de sus bebés en brazos y ni bien cerró los ojos se durmió. Hoy, hace un rato, la situación fue similar.
Si bien está costando bastante, tenía la sensación de que iba a ser peor. Casi imposible. Es más, me di cuenta de que le tenía más miedo al destete que al parto. Claro, es una separación más, un corte.
Y yo que esperaba que ella dejara la teta por su cuenta (no soy creyente pero dicen que los milagro ocurren).
El dibujo que hicimos juntas la primer noche sin la teta
Empezamos despacio. Primero le negué alguna que otra toma durante el día, fuimos entrando en calor. Después le expliqué que no le iba a dar más teta durante el día, algunas veces insistió pero pareció tomarlo bastante bien. Así llegamos a dejar la teta para dormir, la difícil. Siento que se enoja, le molesta, pero de cierta forma lo entiende.

Mi hija tiene casi dos años y medio, hace unos meses empezó el jardín. En poco tiempo la vi más grande, con su mochila, su seño y sus compañeritos, sus nuevas palabras y nuevos juegos. Si bien nos cuesta, sé que dejar de darle la teta es lo mejor para ella. Es confiar en que puede hacerlo, darle la mano, un beso enorme y dejarla crecer.

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